Teoría de las ventanas rotas

martes, 17 de marzo de 2009
Corrupción y seguridad son los últimos temas que hemos tratado en este blog y creo que no son temas para nada menores. La corrupción endemica que padece nuestro país y la galopante inseguridad son temas centrales de debate hoy en día que muy bien han sabido reflejar tanto Martin como el Tano. Sin embargo, ante la infinidad de propuestas (mano dura, mano blanda, mando recontra dura, etc) me animo a esbozar una pequeña reflexión que me pareció muy interesante. Esta basada en la teoría de las Ventanas rotas que para quienes no estén familiarizados la paso a explicar:

En 1969, en la Universidad de Stanford (EE.UU), el Prof. Phillip Zim-bardo realizó un experimento de psicología social. Dejó dos autos abandonados en la calle, dos autos idénticos, la misma marca, modelo y hasta color. Uno lo dejo en el Bronx, por entonces una zona pobre y conflictiva de Nueva York y el otro en Palo Alto, una zona rica y tranquila de California. Dos autos idénticos abandonados, dos barrios con poblaciones muy diferentes y un equipo de especialistas en psicología social estudiando las conductas de la gente en cada sitio.

Resulto que el auto abandonado en el Bronx comenzó a ser vandalizado en pocas horas. Perdió las llantas, el motor, los espejos, la radio, etc. Todo lo aprovechable se lo llevaron, y lo que no lo destruyeron. En cambio el auto abandonado en Palo Alto se mantuvo intacto.

Es común atribuir a la pobreza las causas del delito. Atribución en la que coinciden las posiciones ideológicas más conservadoras (de derecha y de izquierda, el más famoso hoy es Felipe Solá). Sin embargo, el experimento en cuestión no finalizó ahí, cuando el auto abandonado en el Bronx ya estaba deshecho y el de Palo Alto llevaba una semana impecable, los investigadores rompieron un vidrio del automóvil de Palo Alto.

El resultado fue que se desató el mismo proceso que en el Bronx, y el robo, y la violencia y el vandalismo redujeron el vehículo al mismo estado que el del barrio pobre. ¿Por qué el vidrio roto en el auto abandonado en un barrio supuestamente seguro es capaz de disparar un proceso delictivo?

No se trata entonces de pobreza mi querido amigo Sola (aunque es de necio negarle alguna relación). Evidentemente es algo que tiene que ver con la psicología humana y con las relaciones sociales. Un vidrio roto en un auto abandonado transmite una idea de deterioro, de desinterés, de despreocupación que va rompiendo códigos de convivencia, como de ausencia de ley, de normas, de reglas, como que vale todo. Cada nuevo ataque que sufre el auto reafirma y multiplica esta idea, hasta que la escalada de actos cada vez peores se vuelve incontenible, desembocando en una violencia irracional.

En experimentos posteriores (James Q. Wilson y George Kelling) desarrollaron la “teoría de las ventanas rotas”, la cual desde un punto de vista criminológico concluye que el delito es mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato son mayores.

Si se rompe un vidrio de una ventana de un edificio y nadie lo repara, pronto estarán rotos todos los demás. Si una comunidad exhibe signos de deterioro y esto parece no importarle a nadie, entonces allí se generará el delito. Si se cometen “pequeñas faltas” (mal estacionamiento, pasar el límite de velocidad, pasar la luz roja) y las mismas no son sancionadas, entonces comenzarán las faltas mayores y luego delitos cada vez más graves.

Si las plazas y otros espacios públicos deteriorados son progresivamente abandonados por la mayoría de la gente (que deja de salir de sus casas por temor a las pandillas), esos espacios abandonados por la gente son progresivamente ocupados por los delincuentes.

La teoría de las ventanas rotas fue aplicada por primera vez a mediados de la década de los 80 en el subte de Nueva York, el cual se había convertido en el punto más peligroso de la ciudad. Se comenzó por combatir las pequeñas transgresiones: graffitis deteriorando el lugar, suciedad en las estaciones, ebriedad entre el público, evasiones al pago del pasaje, pequeños robos y desórdenes. Los resultados fueron evidentes. Comenzando por lo pequeño se logró hacer del subte un lugar seguro.

Posteriormente, en 1994, Rudolph Giuliani (que nada tiene que ver con el reno de papa noel), por entonces alcalde de Nueva York, basado en la teoría de las ventanas rotas y en la experiencia del subte, impulso una política de “tolerancia cero”.

La estrategia consistía en crear comunidades limpias y ordenadas, no permitiendo transgresiones a la ley y a las normas de convivencia urbana. El resultado práctico fue un enorme abatimiento de todos los índices criminales de la ciudad de Nueva York.

No hay que confundir la expresión “tolerancia cero” con una especie de solución autoritaria y represiva. Su concepto principal es más bien la prevención y promoción de condiciones sociales de seguridad.

No se trata de linchar al delincuente, ni de la prepotencia de la policía, de hecho, respecto de los abusos de autoridad también debe aplicarse la “tolerancia cero”. No es tolerancia cero frente a la persona que comete el delito, sino tolerancia cero frente al delito mismo. Se trata de crear comunidades limpias, ordenadas, respetuosas de la ley y de los códigos básicos de la convivencia social humana.

No se si esta será la mejor solución posible, me pareció una idea interesante y que ha funcionado. No creo que la situación se pueda mejorar de un día para el otro pero lo que seguro no tengo ninguna duda es que los problemas se solucionan haciendo algo para lograrlo. Hoy en día no parece haber una planificación, ni siquiera una idea de cómo luchar contra estos problemas. Ya sea por negligencia, complicidad o la razón que fuere no contamos con políticas públicas que busquen erradicar estos flagelos como la corrupción, el narcotráfico y la delincuencia. Sería útil e interesante empezar por algún lado a buscar la solución del conflicto con políticas integrales y no con tapa agujeros momentáneos.


Fuente: Artículo de Pilar Rahola

1 comentarios:

El Tano dijo...

Excelente nota. Tuve la oportunidad de leer la biografia de Giuliani, aunque no comparto en parte su discurso politico, ferreo Republicano, creo que hizo bien las cosas y eso va mas alla de un pensamiento politico.
Si les interesan las biografias, se las recomiendo.

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